3.8.2. | Cabinas con cortina de agua. |
Cabinas con cortina de agua
En las cabinas con cortina de agua, el aire pasa cargado de partículas de barniz o laca a través de una niebla de agua obtenida por pulverización bajo presión y por una sucesión de chorros procedentes de un rebosadero.
Las partículas de producto son englobadas por las gotitas de agua y caen a un recipiente interior. El aire que traspasa la cortina de agua, atraviesa un juego de chapas dispuestas aleatoriamente, con lo cual se elimina el resto de las impurezas.
Las cabinas con cortina de agua comprenden la cámara de trabajo y la de pulverización, que difiere de unos constructores a otros.
Estas cabinas se componen generalmente de las siguientes partes:
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Una rampa de pulverización.
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Una rampa de alimentación, con rebosadero, que produce chorros sobre la pared del fondo de la cabina.
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Un depósito, donde se recoge el agua con las partículas de pintura captadas.
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Una bomba para agua que alimenta la rampa de pulverización y el rebosadero. Esta bomba saca el agua del depósito por medio de una canalización que se abre en una zona protegida de los residuos de producto por un tamiz. Se trata por tanto de un circuito cerrado, por lo que la cabina consume muy poca agua. El nivel de agua en el depósito se mantiene constante por un flotador que acciona el grifo de entrada. Debajo del grifo debe haber un rebosadero, por si el dispositivo de cierre no funciona. El depósito se puede vaciar siempre que se quiera.
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Chapas de choques, montadas al azar en el trayecto de aire después de la rampa de pulverización.
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Ventilación de extracción.
Los elementos indicados constituyen un tipo normal de cabina, pero pueden realizarse todas las variantes posibles.
Existen cabinas que tienen sólo una rampa de pulverización que asegura la limpieza del aire, mientras que el agua corre por un plano inclinado situado al fondo de la cabina y que llega por debajo hasta el depósito. Este tipo de cabinas es más barato.
Se construyen también cabinas con cortina de agua en las tres paredes de la cabina. Son poco corrientes porque no ofrecen condiciones de trabajo mejores y son más caras.
Otro tipo es la que realiza la aspiración por el suelo de la cabina y tiene en lugar de un simple depósito, una fosa que se extienda bajo toda la superficie de la cabina. El fondo de la cabina puede entonces llevar cortina de agua o no. Estas cabinas son más caras y sólo pueden instalarse en planta baja.
Las dimensiones de estas cabinas son variables, dependerán del tamaño de las piezas que se vayan a pintar.
Para el transporte de las piezas dentro de las cabinas, se usan normalmente carros de pisos y plataformas con ruedas para muebles más pesados.
En cuanto a su limpieza, presentan más problemas que las de aspiración seca, ya que se generan residuos líquidos tóxicos (agua contaminada de producto). De aquí que cada vez se usen menos, y se estén sustituyendo por cabinas de aspiración seca. El depósito se debe vaciar cuando la cantidad de desperdicios sea grande, y se deben limpiar las paredes laterales de la cabina.
Se ha estudiado la posibilidad de recuperación de producto en este tipo de cabinas. Ya que la mayor parte de aglutinante y de pigmentos perdidos se encuentra en el depósito de agua de la cabina formando una masa más o menos viscosa, que acaba sedimentando en el agua. Sin embargo, se ha visto que esta recuperación sólo puede hacerse con barnices o lacas nitrocelulósicas, siendo imposible con los poliésteres. Es indispensable que en la cabina se emplee un solo producto para que pueda realizarse esta recuperación.
Métodos patentados de recuperación
Consisten en eliminar el agua de la masa recuperada por secado al aire o por molido. La parte más delicada es la eliminación de los cuerpos extraños antes de moler, para no estropear el molino, ya que en los depósitos se encuentran colillas, tornillos, piedras, etc. Sin embargo, se puede evitar esta acumulación con la ayuda de rejillas.
Ensayos realizados nos muestran que no existe mucha diferencia entre el producto original y el recuperado. Sin embargo, las industrias que recuperan los desperdicios, no aplican estas pinturas a los mismos usos que las originales. Esta cuestión explica el que muy pocas industrias hayan emprendido la recuperación. Además, es necesario un cierto volumen de material recuperable que justifique la compra del molino y del resto del material necesario, así como, la dedicación de personal a estas operaciones.
Las cabinas con cortina de agua plantean menos problemas, ya que, después de atravesarla, el aire es limpio y no ensucia las chimeneas. Se debe vaciar el depósito cuando la cantidad de desperdicios es grande y limpiar las paredes laterales de la cabina.
Puede ser interesante recubrir las paredes secas, expuestas a depósitos peligrosos, con revestimientos que puedan ser fácilmente quitables cuando estén sucios o que sean antiadherentes. Estos son desgraciadamente muy caros. Algunas empresas emplean papel adhesivo.