3.4.11.1. | Decolorantes caseros. |
Estos son productos que se pueden comprar y tener en casa. Son los siguientes:
Agua oxigenada.
Este es uno de los decolorantes más comunes al alcance del artesano. Es un decolorante bastante efectivo y se ha mostrado eficaz a causa de su poder de decolorar la madera. No debe confundirse el agua oxigenada utilizada en este decolorante con el agua oxigenada utilizada en el hogar. Se trata de una solución concentrada al 30% que puede obtenerse de su suministrador de productos para el acabado de la madera.
El agua oxigenada debe secarse sobre la superficie, pues es durante este proceso de secado cuando tiene lugar la decoloración de las fibras de la madera. Después se lava la superficie con agua limpia, para quitar todos los rastros de los productos químicos que aún queden en la superficie antes de empezar con el proceso de acabado.
Ácido oxálico.
El ácido oxálico es usado frecuentemente como decolorante, pero no es tan eficaz como algunos otros. Sin embargo es bastante barato, fácil de obtener y sencillo de aplicar. Se disuelven de 25 a 100 gramos de la sal en un litro de agua caliente y se aplica uniformemente sobre la superficie con una brocha vieja o un trapo. Una vez seca la superficie se van aplicando más capas de la misma manera hasta conseguir el efecto de decoloración deseado.
Cuando la superficie se haya secado completamente, se lava con agua limpia de manera que todos los restos de sal queden eliminados de los poros de la madera.
Decoloración de la madera con agua oxigenada y amoniaco.
Se consigue el blanqueamiento de las maderas, utilizando ambos ingredientes juntos y de forma adecuada, mezclando 4 partes de agua oxigenada de 130 volúmenes por una parte de amoniaco. La mezcla se aplica con una brocha o bien, mediante un sistema de proyección de dos salidas. En este caso, es preciso que se regule bien la relación de los dos productos.
El producto se debe aplicar de forma uniforme para evitar que se produzcan manchas. Hay casos, en que habrá que repasar las vetas o manchas oscuras de la madera para dejarlo todo más igualado.
Una vez aplicada la mezcla, se debe dejar secar al menos 12 horas, aclarar con agua y volver a dejar secar otras 12 horas. Cuando la superficie se ha secado completamente, hay que lijar ligeramente para alisar las fibras levantadas por efecto de la decoloración y eliminar al mismo tiempo, cualquier residuo de productos químicos que quede aún sobre la superficie. Después se elimina el polvo de los poros de la madera, bien con una pistola de aire comprimido, o bien mediante cepillado de la superficie con un cepillo de cerdas suaves.
Decoloración con hipoclorito.
Este método se puede hacer o bien por inmersión durante 6 a 12 horas, en un recipiente donde la cantidad de cloro activo de la solución debe ser del 3 al 6 %, o bien con esponja, empleando soluciones de mayor concentración.
Para hacer más enérgica la acción del blanqueo, se puede acidificar ligeramente la solución en el momento del uso, añadiendo una pequeña cantidad de ácido clorhídrico o sulfúrico.
Al terminar el blanqueo, hay que eliminar totalmente los restos de hipoclorito. Lo mejor es sumergir la madera en un baño con un producto capaz de neutralizar la acción del hipoclorito (tiosulfato sódido, bisulfito sódico o agua oxigenada).
Hay que recordar que, antes de realizar el barnizado de una madera blanqueada químicamente, ésta esté bien seca y libre de los residuos de los productos utilizados para su decoloración.