3.2.2. | Fondos. Finalidad y aplicaciones. |
El fondo también es llamado tapaporos. Como su nombre indica, tiene por objeto tapar o rellenar los poros abiertos de la madera con un material relativamente inerte o carga que contribuya a proporcionar una superficie uniforme y nivelada.
También desempeña la función de añadir color al sistema de acabado. El no dedicar suficiente tiempo a la aplicación del fondo, se traduce más adelante en un mayor tiempo de lijado.
Esta operación sirve para preparar la superficie previa a la aplicación del acabado final, tapando los poros y pequeños defectos que pueda tener la superficie del soporte, sirviendo de elemento de anclaje entre el acabado final y la madera.
La característica genérica de todos ellos es llevar en su composición materias que facilitan el lijado.
Por tanto, la finalidad de los fondos es:
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Barrera: Impermeabilidad, adherencia y espesor.
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Cohesión interna.
Para el fondo, los productos usados son barnices o lacas.
Barnices y lacas
Se definen como sustancias líquidas compuestas de aglutinante, disolventes, diluyentes y pigmentos, que al aplicarse originan una película insoluble en agua, adherente y dura, normalmente lisa y de brillo variable, principalmente con propiedades protectoras y con un alto residuo seco.
La diferencia entre los barnices y lacas está en la opacidad que proporcionan a la pieza, los barnices nos dejan ver el soporte, la veta en el caso de la madera, en cambio las lacas al ser productos pigmentados lo ocultan totalmente. En ocasiones, se le llama laca al producto final usado para fijar el acabado realizado sobre nuestra pieza.
La aplicación de los fondos tiene como mayor particularidad el hecho de que la primera capa no debe cargarse en exceso para que se desaireé el fondo del poro de la madera, sellando así la superficie. Cuando se quiera obtener un mayor cubrimiento es preferible dar dos pasadas más diluidas que una muy cargada.
También se debe tener muy en cuenta cuando se den más de una mano de fondo, la adherencia entre ellas. Si se dan seguidas con un intervalo de pocas horas, no suelen presentar en general problemas de unión. Ahora bien, cuando la pasada anterior está endurecida, se debe lijar, aunque sea ligeramente, antes de aplicar la capa siguiente.
Siendo así el lijado, una característica que diferencia a los fondos es que de su buena ejecución depende en gran medida la calidad final del acabado. Es más importante un buen lijado incluso, que la calidad final del acabado.
El lijado del fondo se efectúa con papeles de granos entre 280 y 320 para desbastar y los de grano 400 a 600 para afinar. Es muy importante resaltar que el lijado debe realizarse inmediatamente antes de aplicar el acabado. En cambio, no tiene tanta importancia el tiempo que transcurra entre la aplicación del fondo y la del acabado, siempre que se le de lugar al fondo para que seque bien.
Los fondos no deben sangrar o trepar hacia los recubrimientos superiores, ni palidecer al ser sometidos a la luz solar.
El gramaje a aplicar, depende de cada producto, pero en líneas generales oscilará entre 150 gr/m 2 hasta 400 gr/m 2 .
Se distingue entre revestimientos que endurecen por reacción química, denominadas de reacción; los que secan por reacciones físicas, conocidos como fondos al disolvente.
Todos los dispositivos de banizado son utilizables, si bien como más aconsejables están los equipos aerógráficos, airless, airmix, máquinas de cortina y reverse. Cuando las piezas sean macizas y torneadas (sillas, cunas, etc.) son muy útiles los equipos electrostácicos.
El secado de los fondos dependerá del tipo de producto. Como sugerencia, podemos decir que los productos utilizados como fondos se encuentran en el mercado de tres formas diferentes. Se elegirá uno u otro según la finalidad a la que vaya destinado. Pueden obtenerse transparentes, neutros para pigmentarlos con pastas coloreadas y pigmentados.
Hay que tener en cuenta la compatibilidad entre fondos y acabados.